La atracción física ¿Cómo funciona?

Ilustración de pareja con atracción física

¿Por qué elegimos a unas parejas y no a otras? Es decir, ¿de dónde procede la atracción física? ¿En qué nos basamos para siempre ir a fijarnos en el malote de la clase, la chica callada o los estereotipos opuestos a nosotros?

La atracción no se elige a voluntad. Realmente, lo que más nos interesa y llama la atención procede de sub-campos mucho menos evidentes. Con base en los estudios realizados en combinación del Eneagrama y la Psicología del Rostro, podemos distinguir los tres motivos principales que nos mueven hacia una u otra persona.

Nos queda claro que la atracción física y emocional se produce en el inconsciente, pero nuestro poder de voluntad juega un papel fundamental en el decidir con quién nos quedamos. En este caso el consciente, mucho más racional, valora y sopesa los pros y los contras de una u otra pareja.

¿Pero entonces, quién te atrae inconscientemente?

ATRACCIÓN FÍSICA Y SU FUNCIONAMIENTO

De acuerdo con mi método, por medio de estudios e investigación exhaustiva he determinado que la atracción se construye a raíz de tres vectores fundamentales, descritos a continuación.

LA ATRACCIÓN INSTINTIVA

Nos atraen las personas que nos ayudan a completar o saciar las necesidades de nuestro cerebro reptiliano. Esta es la parte que gestiona los impulsos más básicos y que compartimos con mamíferos o animales. También se le conoce como el cerebro instintivo que garantiza la supervivencia, y tiene 4 metas programadas que quiere siempre cubrir.

De acuerdo con el Eneagrama y la Psicología del Rostro, las metas son:

  • Necesidad de alimento: en caso de no tener comida sentiremos irritación, violencia y nos activaremos para encontrar como sea lo que nos provea de alimento. Ya sea desde buscar un trabajo que nos facilite el recurso económico para comprar este alimento, como el acto en sí de ir a cazar.
  • Necesidad de salud: a toda costa queremos mantenernos a salvo frente cualquier circunstancia de riesgo. Nuestro cerebro busca evitar ponernos en situaciones que percibimos de peligro para nuestra supervivencia física o mental. La seguridad y la salud son las áreas que siempre tratará de proteger.
  • Necesidad social: es imprescindible para el ser humano llevarse bien con el entorno. Esta parte se refiere a tu requerimiento de sentirte bien en función de tus relaciones personales. Especialmente en los tiempos que nos ha tocado vivir de confinamiento, la gente sigue necesitando relacionarse, y gracias a las redes sociales hemos podido mantener una armonía. Pero sin ellos, nos sentiríamos muy estresados. Los seres humanos somos seres sociales y necesitamos relacionarnos unos con otros. El cerebro reptiliano nos protege enviando señales de alerta si no estamos manteniendo esa buena sinergia con el entorno.
  • Necesidad sexual: para asegurarnos tener descendencia. Es decir, es la parte del cerebro que llama la atención sobre la urgencia de procreación y tener relaciones sexuales. Lo que, a nivel primitivo, garantiza la supervivencia de la especie y asegura el futuro de la humanidad.

Ahora bien, ¿Qué tiene que ver esto con la atracción física?

Tras saber esto, podemos determinar que nos sentiremos atraídos por una persona cuando estemos convencidos de que, de alguna manera, nos ayuda a cubrir estos objetivos del cerebro reptiliano. Así, si una persona nos complace (o creemos que nos complacerá) en estas metas de mantenernos sanos, tener alimento, mejorar nuestras relaciones sociales o tener una sexualidad satisfactoria, sentiremos una atracción física. Esta se activará por aquellas personas que nuestros genes consideren que nos van proveer de esto que el cerebro nos demanda de manera instintiva.

LA ATRACCIÓN PSICOLÓGICA

Desde el campo psicológico, nos atrae aquello que no tenemos. Los que han estudiado conmigo el curso Experto en Morfopsicología o el programa Conócete por la cara, saben que las personas que nos gustan son del tipo de personalidad contrario al nuestro. Nos fascina aquello de lo que adolecemos o que representa aquello que es dramáticamente opuesto a nosotros.

Es posible que hayas notado este patrón en tus propias relaciones, lo hayas observado en las elecciones de pareja hechas por tus amigos, o incluso lo hayas sentido en tus relaciones platónicas. ¿A qué se debe esta atracción? En nuestro cerebro estos opuestos suponen el desafío de nuestros ideales, el estímulo de cosas o vivencias nuevas y la sensación de complementación.

LA ATRACCIÓN BIOLÓGICA

En este sentido, se buscará una persona que sea genéticamente distinta. Lo diferente atrae con fuerza. A una persona impulsiva le atrae una más introvertida. Tanto para el aspecto psicológico como el biológico, nuestros genes se sienten atraídos por lo que no tenemos.

De hecho, la naturaleza castiga el parentesco y la consanguineidad. En casi todas las culturas hay muchos tabúes al respecto de la procreación entre miembros de una misma familia. Así, tanto a nivel cultural como social, se ha desarrollado una idea para proteger a la especie.

La supervivencia no entiende de moralidad. Más bien la moralidad se establece sobre unas bases culturales que protegen determinados hechos biológicos o físicos. El ser humano ha aprendido que este tipo de relaciones generan errores en la especie y quiere evitarlos, de ahí que busquemos lo opuesto.

A través de la Psicología del Rostro y el Eneagrama de la personalidad, podemos constatar que las diferencias de los rostros hablan del temperamento de cada persona. Tal como cataloga el sistema de las 9 personalidades que explica el Eneagrama.

De manera inconsciente, nos atrae o rechazamos uno u otro rostro que de por sí comunica una psicología y personalidad que encaja o no con nuestras necesidades. Si consideramos bilógica, psicológica o instintivamente que lo que comunica el rostro de una persona sacia nuestras necesidades o nos completa, sentiremos una atracción que escapa a la razón.

Si por lo contrario, creemos que ese rostro no satisface nuestras necesidades instintivas o psico-biológicas, tenderemos a no sentir nada, o inclusive podemos generar un rechazo hacia esa persona sin entender la razón de ello.

Fascinante, ¿cierto? Si tienes alguna duda no dudes en dejarla en los comentarios, gracias por llegar hasta aquí.

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